VIVIMOS LA MISIÓN

AD GENTES, teniendo a los pueblos no evangelizados de nuestro mundo presentes en nuestra vida de oración, creando sensibilidad por ellos y organizando actividades que los apoyen en su maduración de la fe.

Nos ocupamos especialmente por los pueblos no evangelizados de nuestro país, dirigiendo hacia ellos nuestra labor apostólica y la de nuestras comunidades.

También nos dirigimos al mundo católico, que por efecto de una cultura cada vez más secularizada requieren de una Nueva Evangelización, que los llama a vivir con mayor profundidad y calidad su opción creyente.

Asumimos la INCULTURACIÓN  como estilo de vida y pedagogía, imitando a Jesucristo que es el evangelizador del Padre que se hace uno de nosotros para llevarnos al encuentro con Dios.

Para esto nos esforzamos por conocer, amar y asumir la cultura en la cual evangelizamos. Partimos de ella para anunciar, en la vida concreta de los hombres y mujeres, al Dios de la historia y plenitud de toda la humanidad.

Tenemos una visión UNIVERSAL que nos hace ser Iglesia llamada a anunciar el Evangelio a toda la humanidad.  Tenemos un sentido de la catolicidad que es buena nueva para todo y todos los seres humanos.

Vivimos una apertura al mundo que nos hace ir más allá de las fronteras para movilizar las fuerzas evangelizadoras que llegan a todo el mundo.

Para eso trabajamos con un PROYECTO MISIONERO que da calidad y consistencia a la misión que desarrollamos, respetando la historia, la cultura y la vida del lugar al cual somos enviados.

Para ellos establecemos objetivos, itinerarios, nos coordinamos con la Pastoral de conjunto y la Iglesia local.